Un hombre se va a bañar en el momento que su esposa está saliendo del baño. En ese preciso instante suena el timbre de la puerta. Después de algunos segundos de duda, ambos deciden que ella irá, por lo cual, se envuelve en un paño, va, abre la puerta y se encuentra con el vecino de al lado.
Antes de que ella pronuncie una palabra el vecino le dice:
- Le doy ¢100.000 si deja caer el paño en el suelo.
Ella piensa unos segundos, se decide, deja caer el paño y se queda desnuda frente al vecino que, después de unos segundos, mete la mano en la bolsa del pantalón, saca ¢100.000, se los entrega, da media vuelta y se va.
Aún confundida, cierra la puerta rápidamente, se envuelve otra vez en el paño y vuelve al baño a secarse el pelo.
Cuando llega, su marido le pregunta quién había tocado el timbre.
- El vecino de al lado, dice ella.
Y el marido le pregunta:
- ¿Te devolvió los ¢100.000 que le presté?
Conclusión:
Si usted comparte la información crítica con sus asociados, principalmente sobre créditos y riesgos, evitará situaciones indeseables.
El uso de la información
Publicadas por El Hijo de Pooh
Etiquetas: Humor de oficina
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